lunes, 20 de febrero de 2017

El libro para niños y niñas

José Gregorio González Márquez

El libro ha representado por siglos el vehículo dilecto para trasmitir información, conocimientos y placer. La lectura de un libro cuando se realiza con amor, abre las puertas del inmenso firmamento de la imaginación. El lector agarra un libro para adentrarse en mundos desconocidos. Desde la incertidumbre camina  por sus laberintos para descifrar la magia que el escritor ha escondido en sus páginas. Cada hoja es auscultada con el goce de quien descubre vida en un territorio inhóspito, o escucha por primera vez el latido de la existencia.

Han existido muchos formatos del libro. En la antigua Mesopotamia se utilizaron primitivas tablillas hechas de arcilla para resguardar el conocimiento. Luego el papiro egipcio revoluciona la forma del libro. Con esta técnica se logra la elaboración de un rollo que facilita más su lectura. Pero, con la aparición del códice comienza a forjarse la visión del libro tal como lo conocemos en la actualidad.

domingo, 22 de enero de 2017

Instrucciones para enseñar a leer a un niño

Gustavo Martín Garzo

Conviene empezar cuanto antes, a ser posible en la habitación misma de la clínica de maternidad, ya que es aconsejable que el futuro lector esté desde que nace rodeado de palabras. No importa que, en esos primeros momentos, no las pueda entender, con tal de que formen parte de ese mundo de onomatopeyas, exclamaciones y susurros que le une a su madre y que tiene que ver con la dicha. Poco a poco irá descubriendo que las palabras, como el canto de los pájaros o las llamadas del celo de los animales, no son sólo manifestación de existencia sino que nos permiten relacionarnos con lo ausente. Así, muy pronto, si su madre no está a su lado echará mano de ellas para recuperarla en su pensamiento, o si vive en un pueblo rodeado de montañas les pedirá que le digan cómo es el mundo que le aguarda más allá de esas montañas y del que no sabe nada.

viernes, 13 de enero de 2017

Falso Ejercicio: el encuentro del cuerpo con la palabra


“Un hombre ama a una mujer y la besa:
de ese beso nace el mundo”
Octavio Paz

David Figueroa González

José Gregorio González Márquez
El erotismo es una experiencia que nace del interior y se manifiesta en las múltiples situaciones y experiencias de la vida. El erotismo está del lado de la pasión y su ámbito es el cuerpo, nos refiere al reino de los placeres y displaceres del sexo, a la sensualidad, al desafío, a esa aventura que va la más allá de los sentidos y cuando se baña de poesía el erotismo trasciende todo lo tangible e imaginable del universo.
Este tipo de poesía le canta al deseo de los cuerpos amorosos que se entregan en las palabras, lo recrea y lo difunde mediante el lenguaje, para hacerlo más sublime, ya que los cuerpos vuelen al encuentro apasionado de las letras. Estas imágenes auditivas rescatan al cuerpo de los deseos mundanos para exaltarlos en un canto lírico.
En este libro estamos ante una poesía sugestivamente erótica, característica que rodea por completo esta nueva producción literaria de mi estimado hermano – poeta. Sus composiciones captan, tanto en su léxico como en su estructura, lo delicado y grácil de la poesía, a demás nos aporta una fina sensibilidad amorosa, muy distinta del tono mundano y ordinario que encontramos en la poesía erótica de otros escritores. Creo

martes, 10 de enero de 2017

Del Poemario Falso Ejercicio

José Gregorio González Márquez



                  I

Mi corazón es un hotel
con infinitas habitaciones
asediadas por tu silencio


                                                                               II
Desdoblo mis manos
soy ínfimo testimonio
en la pureza de tu rostro
Me nombro
guardián de la oquedad
simple vestigio
que se desvanece
en tu desmemoria

lunes, 9 de enero de 2017

Una pluma lírica que embriaga los sentidos Acercamiento a los versos de Luis Alberto Angulo

“Hay un instante
en que todo calla”

Luis Alberto Angulo


David Figueroa González

Poeta Luis Alberto Angulo
La vida nos acerca, como la gravedad que por su naturaleza atrae a las cosas,  así vamos conociendo personas,  algunas veces de manera personal, otras; tenemos la oportunidad de toparnos con sus obras,  pero en ciertos casos,  se  tiene la suerte de conocer la obra y también a sus autores, es ese precisamente  lo que  en estas líneas  que me gustaría resaltar.  Como es el hecho de haber conocido al escritor Luis Alberto Angulo primero  por sus libros y  luego personalmente en la ciudad de  Barinas en una reunión de la Red de Escritores. 
Luis Alberto Angulo,  hombre sencillo y de buen humor, siempre  dispuesto a la tertulia, nos regala en sus escritos una visión  filosófica de la vida y con gran profundidad vital;  incluso desde sus primeros poemas  logramos apreciar esas características  así lo apreciamos en el poema “Distancia”, el mismo pertenece a la antología de la casa sola (1972-1979):

“Uno pasa y no sabe
sobre la vida y el tiempo
Escucha el ala 

jueves, 5 de enero de 2017

El amor es un falso y real ejercicio

David Figueroa Figueroa

“La poesía no ha sido escrita para comentaristas o críticos, sino para un ser
             tierno, inocentísimo y profundamente interesante: el lector”
Dámaso Alonso
                                                               
                            
                       
Va este trabajo como un acercamiento al poemario Falso ejercicio del escritor merideño José Gregorio González Márquez, libro donde tiene presencia el erotismo, palabra siempre unida a la carne y la imaginación. Para los estudiosos el erotismo es una tendencia literaria, allí privan los asuntos del amor entrelazados con otros elementos. Se diferencia de la pornografía porque su objetivo no es excitar al lector ni despertarle pensamientos lascivos, sino incluir el amor y el sexo en el contexto literario  con la intención expresiva y poemática.

viernes, 23 de diciembre de 2016

Diciembre

Oscar Guaramato

Ha llegado otra vez el viejo amigo.
La niña lo encontró junto a la almohada, vuelto un friolento corderito de ámbar.
El hombre lo sintió caer sobre sus manos, como deshilachado plumón de codorniz.
A su llegada, la abuela se ha puesto a rememorar calladamente. Está inclinada ante la albura de  seis pañales, cerquita del batidor que ha conocido la flor de estambre de la hija ausente, o el pañuelo y sus breves iniciales para el nieto que ayer regresó a casa.
Por los pardos senderos, el mes llegó cantando.
Antes, cuando se estaba entre al aire de los otros meses, las gentes andaban a pasos presurosos, cerrados los labios para evitar que hasta ellos se acercara la clara risa del colegial o el saludo alborozado de los claveles nuevos. Pero, ahora, diciembre ha regresado con su jubón de luz y ha subido a los ojos y la risa juguetea en los rostros y los hombres amordazaron sus recelos y las mujeres saben mirar como suyos a los niños distraídos que marchan casi a rastras, llevados de la mano del peón o del burgués.