José Gregorio González Márquez
I
Mi
corazón es un hotel
con
infinitas habitaciones
asediadas
por tu silencio
II
Desdoblo
mis manos
soy
ínfimo testimonio
en
la pureza de tu rostro
Me
nombro
guardián
de la oquedad
simple
vestigio
que
se desvanece
en
tu desmemoria