David Figueroa Figueroa
“Los libros están demasiado llenos
de palabras. Hay que llenarlos de
significaciones, sin olvidar que éstas
andan a caballo sobre las palabras”
Ludovico
Silva
Poeta José Gregorio González Márquez |
La
palabra es y será el don más maravilloso que la naturaleza o Dios le haya dado
al hombre, de aquí se desprende que el epígrafe que encabeza este escrito tenga
esencia y dimensión. No en balde, el primer poema que conseguimos en Rostros
de la insidia, del poeta merideño José Gregorio González Márquez,
dice:
atrae a su núcleo
sólo el cuerpo desaforado
del poeta
pero nunca lleva a su seno la
palabra
ésta perdura por siempre
en el silencio de la vida
en el anochecer del destino
en la lejanía y el
misterio”
Es que la
palabra al llenarse del elixir bienaventurado de la metáfora, se transforma en
el juego más importante creado por nosotros en este mundo y quizás en el otro.
“Homo Sapiens y Homo Metaphoricus: las dos orillas del río heraclitiano de la
vida. El lenguaje como tránsito, como medio para informarse; y el lenguaje como
ámbito, como campana de