Un cuento de Navidad
Mempo Giardinelli
Mempo Giardinelli
Cuando pongo la valija sobre la balanza son las
siete de la mañana. Tengo el tiempo justo para un café; el vuelo
sale en cincuenta minutos. El joven mira la foto, luego a mí, y me
entrega el pase de abordar sumando dos más dos:
–Disculpe, ¿usted es el escritor?
Asiento y sonrío. Es odioso no sonreir en esos
casos.
–Yo soy hijo de Chucho, y nieto de la China
Luaces –dice velozmente.
Miro el gafete que el muchacho lleva colgado de la
camisa, del lado izquierdo, y en el acto una historia familiar me cae
encima como cielo raso descascarado. Mi memoria escanea en tropel los
viejos, buenos tiempos de infancia en el Chaco. El muchacho sonríe y
dice cuánto me querían su abuela y su papá cuando evocaban
Resistencia, la calle Necochea y a mis viejos.