Su
primer contacto
Entonces Felipe apeló pero el suceso ya había creado su natural
anormalidad. La víctima había achacado la seducción al olor de la
rosas y al trinar de las aves. Luego lo negó para atribuírselo a
aquel sueño, solo interrumpido por las cantadas de diana del
soldado. Pero otra era la creencia porque fuego y sal, lágrimas y
sangre de esto hablaron en el sitio. Huellas, murmullos y vidrio
nocturno aseguraron ver y oír. Entonces se confirmó lo que antes
anduvo como secreto y murmuró el Señor, arriba, desatendiendo su
labor habitual lanzando el castigo, porque las aves depredadoras así
lo exigían.
(Cielo raso, 2001)
Sepulcros del antiguo terreno
Hondos como exigencias de pasos fuertes quedaron en el camino
remojado por las nubes. Los hombres se apresuraron cuando aquel
cuerpo exigía que lo albergara la tierra. El hedor lo desvanecía el
viento.
Ni una arteria quedó obstruida para bloquear el paso de las dos
gotas de líquido que sintió le inocularon cuando pasó por la
hojarasca.
Cuatro hombres descansaron cuando entraron por la puerta grande del
silencio. Cuatro puñadas de tierra lanzaron a la eternidad.
(Cielo raso, 2001)
Y sobre hombros también se viaja
Y venían con él, a cuestas; había prometido que volvería y lo
hizo, aunque él no lo imaginó de esa manera, ni para ocupar su
catre ahora vacío definitivamente… El que más lo lamentaba
enderezó la corona de flores y dijo:
- No es más que unos pasos esta vida.
(Cielo raso, 2001)
Proyectil extraviado
Oyó el disparo y se guió por la travesía de la bala. Cuando dio en
el blanco, ella aun dormía y no dio importancia a lo sucedido. Al
despertar preguntó si alguien había estado allí. Le contestaron:
- Un hombre saltó el muro.
(Cielo arraso, 2004)
Desliz mortuorio
Miró por las hendijas. Al comprobar que la oscuridad y el silencio
eran dueños de la habitación, el hombre forzó la puerta.
La mano derecha apretaba el arma de doble filo. Registró todo, ya
estaba a punto de lograr sus propósitos cuando a un bombillo le
llegó la luz. Al saltar por la ventana una estaca le causo gangrena.
(Cielo arraso, 2004)
No hay comentarios:
Publicar un comentario