lunes, 27 de mayo de 2013

El dulce y fecundo placer de leer

Gustavo Pereira


I

Porfiada intuición ratificada con los años: al menos ni la televisión ni Internet podrán acabar con el dulce y fecundo placer de leer.
Leer un libro, hojearlo, comenzando por donde se desee, repasarlo, consultarlo, escudriñarlo, marcarlo o dejarlo en el anaquel no es lo mismo que tenerlo ante una pantalla, por más nítida que sea la resolución en píxeles de ésta.

viernes, 24 de mayo de 2013

Los libros

Gabriel Saldivia

Gabriel Saldivia
Qué triste sería pasar por los días y noches del mundo, sin dejar siquiera una palabra, que diga lo que somos, lo que una vez fuimos.  Una palabra al menos, para ser leída por los hijos de nuestros sueños, dudas y aciertos que configuran nuestro paso fugaz por los laberínticos pasillos de la vida. Sería muy triste pasar sin ni siquiera intentar abrir la puerta de esa casa mágica hecha de palabras, que nos invitan a dialogar con nuestros silencios y misterios. Esa casa que nos esperan siempre desde las más apartadas  estanterías. Porque esos son los  libros, casas de

lunes, 20 de mayo de 2013

¿Cuándo nace la pasión por leer?

José Gregorio González Márquez

Lector Astuto. Cirocco Moody
Simplificar en frases sin sentido la verdadera importancia de la lectura sólo lleva a convalidar referentes que se traducen en lugares comunes. Cuando padres, docentes y supuestos promotores de lectura se empeñan en que el niño lea para forjarse un futuro donde adquirir sabiduría es el fin último, se está castrando la posibilidad del disfrute de los libros. ¿Por qué obligarlos? ¿Por qué sugerirle lo que queremos que lean? ¿Acaso el niño no tiene criterio para escoger sus lecturas?

martes, 14 de mayo de 2013

Óscar Alfaro, poeta y revolucionario

Víctor Montoya

Este imprescindible poeta boliviano fue una de las figuras cimeras de la
poesía infantil y juvenil del siglo XX. Nació en Tarija en 1921 y falleció en La Paz en 1963. Estudió la primaria y secundaria en su ciudad natal, y prosiguió con sus estudios de Derecho en la Universidad San Simón de Cochabamba. Desde muy joven se distinguió como un excelente poeta y cuentista. A los 17 años publicó su libro “Bajo el sol de Tarija”. Trabajó como profesor de lenguaje y literatura en la Escuela Superior de Formación de Maestros Juan Misael Saracho en San Lorenzo y en varios colegios e institutos de Villamontes y La Paz, donde fue, además, productor del programa “La república de los niños” en la estatal Radio Illimani, mientras su producción literaria ocupaba las columnas de los periódicos nacionales y extranjeros.