Jim Trelease
Qué
hacer
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Emplee nanas, rimas y canciones para estimular el lenguaje del bebé y su escucha
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Comience con ilustraciones sencillas en blanco y negro y léales después álbumes con mucho colorido, para despertar la curiosidad y sensibilidad visual de los niños.
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Es muy importante que incluya libros con repeticiones en las lecturas, con bebés y niños que empiezan a caminar; a medida que crezcan, añada libros predecibles.
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Cuando vuelva a leer un libro predecible, de vez en cuando suspenda la lectura en una palabra o frase clave, y deje que la diga su oyente.
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Lea cada vez que usted y su hijo (o estudiante) tengan tiempo para hacerlo.
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Establezca por lo menos un momento habitual de lectura diaria.
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Recuerde: el arte de escuchar se adquiere. Debe enseñarse, cultivarse, gradualmente. No se adquiere de la noche a la mañana.
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Empiece con álbumes que contengan pocas oraciones por página. Gradualmente, pase a libros con cada vez más texto y menos ilustraciones, hasta llegar a los libros por capítulos y las novelas.
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Varíe la extensión y los temas de sus lecturas.
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Para animarlos a integrarse en la lectura, invite a los niños a que vuelvan las páginas cuando sea el momento.
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Antes de empezar a leer, diga siempre el título del libro y los nombres del autor y del ilustrador, no importa cuantas veces haya leído el libro.
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La primera vez que lean un libro, converse con ellos de la ilustración de la portada. «¿De qué crees trata esta historia?»
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Durante la lectura, comprometa a quienes lo escuchan, preguntando: «¿Qué creen que va a pasar en la próxima página?».