Jesús
Pérez Soto
Acostúmbrese
a llegar primero que sus alumnos, lo contario sería ponerse como
blanco de ataque. Vístase para el momento, no de etiqueta, sino de
acuerdo a la clase. Dele vida al ambiente de trabajo; haga que sus
alumnos no vean un simple salón, sino un escenario para representar
sus vivencias. Ordene las sillas de manera tal que sientan que se
sentarán a disfrutar de un espectáculo. No descuide sus oídos, en
el aula se debe respirar paz, tranquilidad, concentración y para
ello está la música, que debe ser suave e inspiradora.
Cuando estén ansiosos y
casi desesperados de que ocurra lo inesperado, leales un cuento;
antes debió practicar en casa la voz de los personajes, el ritmo del
texto, la entonación de las frases, las pausas; recuerde que su
trabajo como lector es darle vida al texto que está leyendo y que su
mayor compromiso es decirle a los niños a través de la práctica,
del ejemplo, cómo se lee.