Rolando Gabrielli
Con frecuencia los
futurólogos anuncian la decadencia, desaparición, extinción del
libro. La lectura es un vicio mayor para el que no existe tiempo en
la actualidad. La juventud se disparó por la imagen digital, los
juegos electrónicos, la música, la diversión en discotecas. Los
libros son un montón de páginas llenas de polvo convertidas en un
objeto lanzado en algún rincón de la casa, cuando existen. Internet
y la televisión por cable, los dos más grandes pretextos para
arrinconar al libro.
En las últimas dos
décadas el libro, sin duda, confronta los fantasmas de la sociedad
digital, de la mecanización de la vida, de la banalización de la
sociedad, del endiosamiento del mercado, de la publicidad sin rostro,
sin cabeza, sin creatividad, de la idiotización del hombre del siglo
XXI, la virtualización de la mediocridad, los precios