José
Gregorio González Márquez
Caminar en la memoria. Jack Butler Yeats (1871-1957) |
En
Fragmentos para una memoria
del poeta José
Javier Sánchez,
se imbrica una red de imágenes que recorren un universo marcado por
la cotidianidad; pero que además señalan desde el pasado los
embates de las voces ausentes y el acercamiento de los días
desdibujados por el tiempo. La memoria deja de ser un estado de
obnubilación para expresarse en una concentración de figuras cuya
intención no es otra que retratar los laberintos por los que el
poeta camina descifrando los enigmas a los que se enfrentará en la
posteridad.
Asumir
la ausencia como un campo donde se reencuentra la palabra escrita y
la visión de un pasado alterado por las vicisitudes, augura los
sortilegios que acompañarán al poeta cuando viaja a su interior de
la mano del destino. Pretende José
Javier Sánchez
en su libro, liberar los fantasmas que acecharon sus pasos y que de
alguna manera le guiaron en su búsqueda de la poiesis. En su primer
texto nos dice: Voy
a rendir tributo a mis palabras/ a mis recuerdos de infancia/ a mis
sueños truncados/ a mis fracasos y a los laureles conquistados en el
tiempo/ Con ambiente festivo vendrás a mi lado/para que juntos
bebamos la fuerza de estas sencillas oraciones/
Para
el poeta, la casa se configura como el lugar donde los sueños se
mimetizan y concurre la fragmentación de los recuerdos que aún
divididos forman un cuerpo que pervive desde la memoria arcana. El
instante, momento que se destruye para dar paso a un nuevo dilema, se
silencia para que emerja un desafío desde las paredes, el jardín
que se traduce en la mirada fiel al pretérito. La casa es la abuela,
la abuela es la casa. Las dos conforman un atado indivisible que se
transforma en la heredera de la lejana infancia. En el poema Mi
abuela es una casa
nos dice: Mi
infancia transcurrió junto a mi abuela/ que llevaba una inmensa
biblioteca adherida a la memoria/Mi casa era un jardín encerrado en
ruinas marginales de techos de zinc repletos de goteras/
El poeta intuye sin sacralizar los estigmas de su vida, un mundo que
se compagina con el paso de sus alteridades.
Fragmentos
para una memoria
es un libro con múltiples voces que irradia textos urbanos, poemas
que cruzan calles, avenidas y plazas asumiendo los personajes que la
cotidianidad recrea en la gran ciudad. Caracas moviéndose entre la
marginalidad y su existencia cosmopolita. La Pastora, Los Mecedores
retratadas por los oscuros ángulos de la cosmogonía capitalina,
piel de la urbe desgastada por el tiempo, la nostalgia, la bohemía
obligada, el destello de los amores infortunados y los retazos que
rememora el poeta desde su corazón de amalgama./
yo sé bien de esa cara, yo sé bien/y de rostros que deambulan por
la calle/haciendo juicios a los otros de lo que ellos carecen/Yo sé
bien de amores infortunados/porque nunca llegaron a quereres/y se
hicieron cenizas al momento de estrecharse las manos/o mirarse/ nos
dice el poeta en su texto
Delirios
de la calle.
Sánchez
reconfigura la imagen del barrio, de su modus vivendi acercando más
allá de convencionalismos, las luchas sociales que nacen de las
entrañas del silencio. Su discurso poético amaina la violencia
presente en Caracas para abordar el recuerdo con la visión del joven
que crece en una barrida donde todo se conoce y gira alrededor de la
costumbre. Desde el desamor al interés inmanente de algunas chicas
que viven en su barrio, como viejo daguerrotipo se va conformando la
historia de épocas vividas y que se encausa por las veredas de la
memoria. En
las nenas de mi barrio
apunta: /Las
nenas de mi barrio caminan por las calles de mi barrio como/ si lo
hicieran por grandes pasarelas de Roma o de New York./Yo las he visto
exhibir sus mejores trapos a un grupo de/ intelectuales de la grama
que las observan en la gran subasta del deseo/
Fragmentos
para una memoria es
un extenso discurso donde no se omite nada del quehacer de la vida
capitalina. Las venas de la ciudad se ramifican en un contexto que
parte desde la visión de la casa irrumpiendo por sus calles hasta
convertirse en un mundo de afinidades que el poeta inmortaliza en los
textos diáfanos de su creación. Los fragmentos se unen a partir del
rompecabezas de la poesía. El hombre se infiltra en la causalidad
metafórica para demostrarnos el vigor de la palabra hecha
equilibrio. El umbral de la calle se desvanece y alcanza los
recuerdos, la agonía, los eslabones que propician la urdimbre
metafísica de la memoria.
Poeta
ResponderEliminarGracias por este regalo de cumpleaños
cuanto me haces seguir queriendo a este libro
Todo el afecto
José Javier4 Sánchez