martes, 2 de diciembre de 2014

La poesía social: un enfoque sobre su función

 
Gyglia Morán


La poesía social desde hace algún tiempo se define como poesía de sentido narrativo, y de carácter neo-épico y dramático, identificándose con la narrativa, la épica y la dramática. Sin embargo, desde el punto de vista de pura poeticidad del mensaje y desde la especifidad de los géneros literarios se puede cuestionar las dimensiones lirica de los expresados sociales, y es aquí donde cabe la pregunta ¿se relaciona la poesía social con la poesía lirica?
José Ascunce se refiere a la poesía social como poesía doctrinal, siendo sus finalidades el adoctrinamiento de un receptor categoría colectiva y de naturaleza popular. Se llega al destinatario a través del mensaje doctrinal, respondiendo a este o supuestos gramaticales y significativos parea propiciar la claridad de las ideas expuestas, facilitando su comprensión. Según este planteamiento, la literaturidad de este mensaje queda limitado por la finalidad supeditando el arte a la doctrina y la expresión a la recepción, poniendo en tela de juicio el subjetivismo lirico de los enunciados sociales.
La poesía es la luz parta quien la lee o escribe. Es un canto que emana de la profundidad colectiva e individual del hombre, pacifica o violenta, amorosa o de despecho, de vida y muerte, de protesta o sumisión a un sistema de creencias que admite cualquier relación con su entorno cotidiano.
Hablar o escribir de poesía, enmarca una formación implícita y autodidacta del poeta, pues con estudios y sin ellos, el poeta desarrolla la sensibilidad lirica iniciando el camino de la expresión de sus ideas (colectivas o individuales) que lo contacta con sus luchas internas (miedo, odio, venganza, felicidad, desamor, pasión, depresión, amor, soledad, etc) y externas (creencias políticas, raciales, sexuales, económicas, etc.) elevando toda esta sucesión de emociones el plano lirico bajo su criterio, arquetipo o símbolo con el cual se identifique.
La subjetividad de la poesía social no radica en adoctrinamientos, pues no existe adoctrinamientos o apegas totales del hombre cuando lee y escribe poesía, pues se vuelve critico ante diversas posturas por mas radicales que sean, logrando un equilibrio entre su realidad y la fantasía que cualquier símbolo o arquetipo pueda causar.
Mucho se habla del hecho social como cambio profundo-interno del hombre (individuo) para luego ejecutarlos en su entorno cotidiano, bajo el parámetro moral o ético que su psique y sus vivencias dicten, pero, poco se menciona a la poesía social como hecho social que trastoca el ser interno-emocional y que ha permitido a través de los tiempos un cambio que ha influenciado la metamorfosis de la poesía desde su estructura lirica, hasta los cambios en el mismo genero tanto en su lectura como escritura, y esto puede considerarse como un cambio social desde el hecho literario transformando el hecho poético y al poeta mismo.
Defiende Ascunce, el exceso de simbología o de hecho arquetípicos al que se aferra el poeta cuando se refiere a la poesía social. Destaca también, el uso permanente de las palabras hombre, luz, paz, para definir las luchas sociales a los que se encuentran “sometidos” para el logro de una libertad relativa.
Sin embargo Roberto Juarroz en su Poesía Vertical, expresa que la poesía la vive el poeta como una explosión del ser por debajo del lenguaje, con cuatro elementos básicos: explosión, ser, lenguaje y debajo, definiendo al poema como expansión abrupta de una realidad fundamental que se genera a través de las posibilidades subyacentes a la expresión verbal y no solo por el medio de la capacidad significativa inmediata.
El mismo Juarroz en Poesía y Creación, intenta definir la poesía como organismo incompleto, palabra y silencio, necesidad de renuncia, una aventura necesaria, todo comentario a una poesía se refiere a elementos circundantes a ella: estilo, lenguaje, aspiraciones, sentimientos, sin referirse a ella misma, por lo tanto la poesía es una aventura en absoluto.
Lo anterior puede afirmar que la poesía social es necesaria para logra el afianzamiento de la identidad individual y colectiva del hombre, del ser pensante y sintiente, critico, con experiencias de un hecho cotidiano, que lo llevan a percibir estados anímicos de explosión o implosión y de ese hecho individual e intimo donde se gestan cambios profundos que trastocan la vida social del individuo y por ende de su entorno social y de la poesía misma.
Para muchos, la poesía social conlleva a la divinización del hombre, la utopía del ser libre que logra elevar su voz de protesta ante lo que considera injusto adaptándola a la visión lirica del hecho poético. Para María Zambrano escribir lo que brota, es una reacción urgente, apremiante, por que algo nos apremia, y el apremio llega de fuera, de las trampas en las que cada contexto pretende cazarnos, y la palabra nos libra.
En Venezuela los cambios sociales generados a partir de 1960, favorecieron no solo las transformaciones del hecho social y político, sino también en le hecho literario, transformando también la poesía clásica en poesía con diferentes cargas semánticas-poéticas-agresivas en el terreno político, y es de allí que la poesía social libra esa lucha permanente por ser escrita, leída, estudiada.
A manera de conclusión se puede decir que la poesía social es indefinible como la vida, la muerte, el amor, y otros tantos sentimientos que se viven a diario, es indefinible por que proviene del fondo explosivo de un hecho interno del individuo, que lucha y trabaja con su cotidianidad, y no es adoctrinadora por que libera de las estructuras, sistemas y creencias sociales, y a la vez te motiva a elevar, manifestar y generar cambios tanto internos como externos con lirica y ritmo, en prosa o en rima, pero siempre como hecho poético, como hecho social, como poesía social.



REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Ascunce, J. (1986) La poesía social como lenguaje poético. Universidad de Deusto. Centro Virtual Cervantes (documento en línea)
Juarroz R. (1980) Poesía y Creación, diálogos con Guillermo Boido. Ediciones Carlos Lohle. Argentina.
Juarroz, R. (2008) Poesía Vertical. Edición Digital. Intercoach. República Dominicana.
Tiamo, O (s/f) Literatura y política en el Techo de la Ballena. Universidad de Carabobo.
Zambrano, M. (1934) ¿Por qué se escribe? Revista de Occidente. Tomo XLIV. P. 318. Madrid.








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