José Gregorio González Márquez
A cien años del natalicio de César Rengifo, su trabajo creativo fluye por los caminos de la existencia rememorando la historia venezolana y latinoamericana como homenaje póstumo del autor a la patria grande soñada por Simón Bolívar. Rengifo, hombre de pasiones sociales, evoca la historia desde personajes anónimos para recrear las vicisitudes de quienes por siglos permanecieron invisibilizados por el poder terrenal y que jamás fueron considerados sujetos de derecho. El compromiso social asumido en su pintura, en su poesía, en sus obras de teatro y en su trabajo como comunicador social, no tiene parangón en nuestro país.
Hombre fiel a sus principios comunistas, de actuación intachable pero sobre todo, entregado a su trabajo creativo, legó innumerables obras cargadas del drama humano que concatenan las diversas épocas históricas del país. Drama que sintetiza las relaciones de poder y la ubicuidad del destino que acecha al ser humano. El sino visto como una imposición de las clases sociales dominantes sobre los comunes terrenales que nacen bajo el desamparo de las improntas sociales. César Rengifo usa el teatro tanto como su pintura, para denunciar los abyectos tratos que reciben hombres y mujeres de la patria. Sustenta su pensamiento desde la humanidad, desde lo sutil de las tramas que se tejen alrededor de la existencia.