bajo los estigmas del espejo
mi corazón espía
el tránsito de tus caderas
La piel trasnochada se desangra
y desde sus rincones
anuncia tu nombre.
Desnuda
incriminas mis poemas
Regreso de la penumbra
para aliviar el deseo
de converger en tus labios
y desterrar el miedo
que desde el umbral de la calle
me aleja de tu transparencia
Mi corazón es un hotel
con infinitas habitaciones
asediadas por tu silencio
Te deseo invisible lejana
en las cenizas de mi tiempo
horadando la morada
que el fuego acecha
desde mi angustia
Quizás sean tus senos
el lugar donde los pájaros
Quizás sea tu pubis
el limbo donde van las voces
a dormitar la ternura
y presentir el engaño
Porque osamos
transcribir las palabras escindidas
y olvidamos el desenfreno de los instantes
marcamos la ruta que conduce
al cataclismo de la tristeza
Falso ejercicio el del amor
que me separa de tu lecho
y me convoca a la incertidumbre
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