miércoles, 22 de diciembre de 2021

Nuestra Señora de Belén. Poema de Navidad

 

Georgina Lázaro

 

María de la leche



Reproducción de la tabla flamenca atribuida a la escuela del pintor de Bruselas Rogier van der Weyden que llegó a San Juan entre 1511 y 1522. Se encuentra en la iglesia de San José, en el viejo San Juan, donde se casaron mis abuelos.

 

 

María da de su leche

a Jesús recién nacido,

y el niño se va quedando

poquito a poco dormido.

 

sábado, 18 de diciembre de 2021

Libro: En los pesebres hay luna. Poemas de navidad

 




La navidad la llevamos en el alma. Después de dos milenios todavía conmemoramos un acontecimiento que marcó el devenir de la humanidad. El nacimiento del Niño Jesús. La poesía también celebra la llegada del Mesías y la palabra se conjuga para alegrar al mundo en estos tiempos de pandemia. El amor en su simpleza expresado en las voces de infinitos poetas que cantan y celebran una fiesta universal.

La Tinta Invisible y la Editorial La Casa Tomada presentan el libro En los pesebres hay  luna, compilación de poemas de navidad. Un regalo para los lectores en estas fiestas.

Pueden bajarlo y compartirlo gratis desde este enlace


https://latintainvisible.files.wordpress.com/2021/12/en-los-pesebres-hay-luna-version-final-1.pdf





lunes, 22 de noviembre de 2021

Las gallinas van en tren y otras décimas

 


Baje el libro gratis desde este enlace 

La palabra para alimentar la creación y motivar la imaginación de los futuros ciudadanos, requiere de una literatura acorde a las exigencias del “pequeño” mundo infantil, ávido de afectos pedagógicos formativos hacia su paz y la felicidad por medio del lúdico y sano esparcimiento de la lectura.

Las 65 páginas de esta obra – Las gallinas van en tren y otras décimas -  cumplen los requisitos literarios, poéticos, simbólicos y gráficos imaginarios para el sano y humanístico propósito de fomentar el hábito de la lectura en pro del crecimiento personal.

Tal apreciación se inscribe en la riqueza y colorida presencia de imágenes, metáforas y en la diversidad de estadios asociados al amplio universo de la niñez y de tan complejo e imaginario contexto.

Veredicto del jurado de la V Bienal de Literatura “Cruz Salmerón Acosta” conformado por los poetas Neguel Machado, Wuilian Mundaraín, Enrique Viñoles.

domingo, 5 de septiembre de 2021

Vuelo de enigmas

 

Egla Charmell

 

“El cuerpo

es un monumento a la vida

la virtud de la existencia”

José Ochoa Díaz

 

 


En este poemario permanecen veinte lugares que corresponden a la contraluz y la cónclave de la vida del hombre: la muerte, la sombra, la noche, lo amargo, el suicidio, el ocaso (la tarde), la falsedad, la duda y la incertidumbre (¿dónde hallarla?), la fragilidad, la nada, lo fantasmal, el vacío, la negación a la palabra (sin palabra, silencio del verbo, sin la presencia del verbo), incredulidad (sin dioses y blasfemia), la injuria, la tristeza, el miedo, el olvido y la ausencia.

José Ochoa Díaz precisó su poemario con cuarenta y nueve poemas (o partes) donde la muerte, la noche y la sombra se repiten sin hacer círculos o ciclos, tampoco sin obstinar. Esta trilogía cadente no representa un final (ni de la vida, ni del día, ni de la luz), menos una conclusión, sino un refugio de aquel que necesita de la soledad y su Yo mismo para continuar en la existencia, sin necesidad del cuerpo social. Exalta lo personal –lo íntimo- como una referencia complaciente: “El cuerpo/ es un monumento a la vida/ la virtud de la existencia”. Su manifiesto literario es el momento cuando “La luz nos fue opacando…”, es pernoctar en la soledad: “…descubrirás que la vida/ es sólo un invento/ del vacío”.

sábado, 19 de junio de 2021

Carta de un otoño lejano (En el día del padre)

 

Laura Antillano


Deseas escribir esta carta desde un otoño pálido y frío, desde una ciudad desconocida, con tranvía y subterráneo, con edificios ocres y un pasado histórico que parece pesar sobre la espalda de la gente, como un baúl viejo con ropa del abuelo.

En la memoria, como un álbum de fotos ves a papá,  gordo, pequeño, con bigote ralo, cuando discute mientras limpia sus libros, se pone los anteojos en la punta de la nariz mirándome por encima, porque los usa para leer y escribir y si le hablas, sube la cabeza y te mira, como si los anteojos se quedaran inútiles puestos allí, justo encima de su nariz.

Él sabe bailar y canta a gritos y tiene una risa muy sabrosa. Cuando se afeita pone mucha espuma en la brochita y lo hace con un gesto cuidadoso, poquito a poco, y canta un poco si no anda apurado. Piensas en esto y entonces recuerdas, página a página, el álbum de fotografías y el gato pequeño de felpa que dormía sobre la cama cerca del piso.

Y con tu frío de manos en el bolsillo y mejillas rojas, mientras compras estampillas o te preparas para la jornada de trabajo de hoy, sabes que quieres reconstruir palmo a palmo una tarde y otra, y meterte en el uniforme de la escuela de los nueve años y tener el bulto grandísimo que  arrastrabas por demasiado peso.

miércoles, 19 de agosto de 2020

A la espera del accidente

 

Y escribes para que el viaje de ida no acabe

y haya luz en el portal de la memoria

Néstor Rojas

 

Carlos Yusti

 


Tratar de entender cual es la motivación que empuja a un puñado de hombres y mujeres a dedicarse a una profesión difusa como es esa de escribir resulta un enigma algo complejo, por lo sutil y lo simple. De igual manera se tiende a confundir escribir con publicar.

Me asaltó el deseo de escribir por esa necesidad de evitar esa foto de normalidad en la que aparecía desenfocado y como fuera de lugar. Para concretar este deseo necesitaba escribir un libro, pero carecía de imaginación para enfrascarme en la escritura de una ficción novelesca, sin mencionar lo mal equipado, con respecto al lenguaje escrito, que estaba para emprender semejante tarea. Solo tenía como soporte un montón de lecturas desordenada. No tenía nada.Estaba en un agujero.

Un amigo fotógrafo (Yuri valecillo) me suministró el tema para un libro y lo agarré como un perro a un hueso. Durante tres años reuní información para ese puto primer libro. Entrevisté a un montón de gente. Visité a toda biblioteca real e imaginada. Viajé mucho. Cuando tuve un caudal suficiente de material informativo (en bruto) me senté ante una máquina de escribir portátil y le di de golpes a las teclas durante tres semanas de febril locura. Después de escrito el libro lo deposité en una gaveta y pude salir a la vida a mendigar un poco de luz.

sábado, 4 de julio de 2020

Poemas de Luis Rogelio Nogueras

 Luis Rogelio Nogueras - Poemas de Luis Rogelio Nogueras



Arte poética

 

Ahora sé

que el poema, antes de ser las líneas trazadas

con prisa,

es la conversación en el café,

la sonrisa azul de Blanca Luz,

la muerte de este hombre,

el apretón de manos o la vida entre dos.