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lunes, 1 de enero de 2018

Es el texto el que lee al lector


Galo Guerrero-Jiménez


Nunca te encuentras sola cuando lees. Ilustración Ryoko Tajiri
A la realidad humana en general se la conoce mejor, se la interpreta y se la valora en la media en que sintamos un profundo amor por la palabra. Desde ella se conversa, se escucha, se lee y se escribe no solo para conocer la vida sino, y ante todo, para interpretarla de manera que sea factible unas visión profunda para ver, para actuar y para recrear el mundo desde un modo de vivir que sea propio pero que al mismo tiempo contribuya a fortalecer el mundo de los demás.

Por lo tanto, desde la palabra profundamente sentida no solo cuando se la emite, sino cuando se la escucha  o cuando se la recibe y procesa mentalmente  desde la lectura y la escritura, será posible una nueva forma de experiencia: vital, analítica y crítica para examinar el comportamiento humano y revisar el significado que va adquiriendo nuestra vida a través de las

martes, 22 de agosto de 2017

Leer y conversar


Galo Guerrero-Jiménez

Se aprende a hablar bien con gente que está en condiciones de conversar; en este orden somos aprendices, al igual que cuando se lee un libro y nos nace la idea de conversar con él, de interrogarlo, de cuestionar ciertas ideas o de pensar a raudales cuando se reflexiona sobre un tema determinado. Se trata, por lo tanto, de una actividad enormemente productiva; pues, la conversación y la lectura juegan un papel de interpretación, de validación, de teatro y, sobre todo, de taller porque ahí se habla y se aporta con ideas en torno a los diversos asuntos humanos que son evidentes tanto en una conversación como en una lectura.

Se es aprendiz cuando se conversa y cuando se lee; el conversador y el lector se encuentran en un taller de la vida porque desde esa condición están dispuestos no solo para aprender sino para aportar mientras conversan y mientras leen. Como sostiene Aidan Chambers: “Existe una correlación entre la riqueza del ambiente de lectura en el que viven los lectores y la riqueza de su conversación sobre lo que han leído” (2007, p. 14).

domingo, 27 de noviembre de 2016

La lectura instruccional y académica

Galo Guerrero-Jiménez

JacobLlawrence. La biblioteca
La mejor manera de construir significados radica en la forma cómo nos relacionamos con el otro. En el caso de la lectura, cuando el padre de familia o el profesor se convierten en mediadores, el niño y el joven aprenden a relacionarse con el texto, no solo para conocer lo que él dice, es decir, para comprenderlo literalmente sino, esencialmente, para trabajar en la comprensión inferencial. El lector de edad escolarizada casi nunca recibe una mediación adecuada para que aprenda a inferir, a interpretar, a sacar conclusiones, a elaborar preguntas, a plantear hipótesis o suposiciones que le permitan llegar a entender lo que el texto no lo dice expresamente. El lector debe saber que casi todos los textos callan o guardan entre líneas información que debe aprender a descubrirla para que pueda llegar a una auténtica interpretación.