I
Los
cuentacuentos, los cantacuentos, sólo pueden contar mientras la nieve cae. Así
manda la tradición. Los indios del norte de América tienen mucho cuidado con
este asunto de los cuentos. Dicen que cuando los cuentos suenan, las plantas no
se ocupan de crecer y los pájaros olvidan la comida de sus hijos.
II
En Haití, no se puede contar cuentos
durante el día. Quien cuenta de día, merece la desgracia: la montaña le
arrojará una pedrada a la cabeza, su madre sólo podrá caminar en cuatro patas.
Los cuentos se cuentan en la noche, porque en la noche vive lo sagrado, y quien
sabe contar cuenta sabiendo que el nombre es la cosa que el nombre nombra.