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viernes, 3 de julio de 2020

Arte de vida

Efraín Barquero

Extractos del libro Arte de vida

 

Viene mi abuelo escoltado por dos de mis tías, y, qué gran coro se alza a su paso, removerse de cabalgaduras ahí afuera, exclamaciones de hombres trabajando, zumbido de abejas, cantos de pájaros, rumor de aguas.

Me mira largamente mientras le tienden un asiento, y yo sé por su manera de sentarse que este hombre es aún el eje, aunque gastado, de lo que ocurre en torno. Además están mis tías para informarme. A su derecha, alta, grave, mi tía Tila; a su izquierda, sonriente, juguetona, mi tía Dina. Ambas se preocupan, a su modo, del anciano y ambas me hacen comprender, mejor que en un libro de estampas, las dos ramas que se cruzan en toda descendencia.

Mi abuela está detrás de esta escena, mi abuela está allá, al fondo de las habitaciones, haciendo posible los buenos alimentos.

Entre los hombre el trato es más ceremonioso. Yo creo que esta entrevista, por así decir, se repitió muchas veces, todas las veces que yo estuve en Piedra Blanca.

No obstante, nunca creo haber escuchado netamente la voz de mi abuelo, sino, más bien, un sordo murmullo como un rezo que iba y venía entre él y la naturaleza circundante. A pesar de haberme dado muchas muestras de cariño y entendimiento, él estaba ahí para mostrárseme y para callar, para que yo escuchara enmarcados por su rostro y su vetusta persona, lo que sucedía a toda hora en la comarca.

La casa, los misterios

Qué grande, qué obscura es la casa adonde nos trajeron. Por todas partes muros, muros altos y graves. Muy pocas ventanas como en todas las viviendas de los pueblos, las indispensables para no apartarnos completamente de la noche.

domingo, 5 de marzo de 2017

LA OBRA EN LA CIRCUNVALACIÓN NO. 5 POR 0,25, AGUARDA UN CÓCTEL PARA LA MEMORIA

                                                                                                                  Yony Osorio 

                “Los que aún estamos vivos y retrocedemos en el tiempo para armar la ruta que siguieron nuestros   pasos descubrimos que nos movemos en un ámbito donde las formas fantasmales abundan y las fachadas  son escombros y nos ubicamos en una trama casi parecida a la de Pedro Páramo en la obra   de Juan Rulfo”.
 (Leo Alfonso Villaparedes, 2016:11).

Leo Alfonso Villaparedes
La obra En la circunvalación no.5 por 0,25 (2016), del escritor, narrador, cronista, artista plástico y profesor jubilado, Leo Alfonso Villaparedes, nacido en la Victoria (1941), estado Aragua, aguarda en su trama el efecto disparador del recuerdo. Es como una especie de invitación a un cóctel para la memoria en donde se mezclan aquellos instantes que convocan al lector a una comunión del vivir mediante la palabra que intenta recobrar las huellas del hombre durante su paso por tiempo: es un trago verbal contra el olvido y nos brinda la posibilidad de reavivar lo transitado. Además, la obra y el autor de estas crónicas  de las que libaremos un sorbo de su néctar, fueron galardonados con El Premio de Literatura Stefanía Mosca 2015, libro editado por el Fondo Editorial Fundarte. Igualmente, en cuanto a la confrontación de sus trabajos obtiene el Premio de la V Bienal Nacional de Literatura Ramón Palomares, mención Crónica (2013), con el libro Visiones e imágenes subyacentes. La Victoria 1948-1958.