viernes, 7 de agosto de 2015

Aquiles Nazoa: la palabra traviesa

           David Figueroa Figueroa

“De todos los inventos humanos o divinos, el más sutil y misterioso lo constituye la palabra”

Ludovico Silva


El epígrafe está lleno de todos los cómos posibles e imposibles, puesto que sin lugar a dudas el lenguaje, especialmente la palabra, puede y podrá englobar y eternizar tanto lo real como lo imaginario. Trabajo arduo que los escritores siempre cargan cuando se dedican a tan difícil quehacer.
Va esta introducción para decir algunas cosas sobre el insigne poeta ensayista, humorista y dramaturgo Aquiles Nazoa, venezolano, nacido en Caracas en 1920 y muerto en Maracay en 1976. Dentro de sus obras, por cierto muy numerosas, podemos nombrar: Notas sobre Alarico Gómez, 1948, Caracas; Física y espiritual, 1966; los dibujos de Leo, Venezuela suya, 1971, 1974; Cuentos Contemporáneos Hispanoaméricanos, 1957; Los
Humoristas de Caracas, 1966, 1972; Cuba, de Martí a Fidel Castro, 1976, 1981; Humor y Amor de Aquiles Nazoa, varias ediciones; El Ruiseñor de Catuche, varias ediciones; Vida Privada de la Muñeca de Trapo, 1975; Arte de los Niños, 1957, entre otros.
Vuelve a mis ojos HUMOR Y AMOR DE AQUILES NAZOA, 1979, libro voluminoso editado por LIBRERÍA PIÑANGO y recuerdo cuando con su propia voz se oían sus poemas y conversaciones en la región de Cagua, sitio de mis primeros pasos como trabajador, tanto manual como educador. Desde que usted empieza a leer este libro notará que el ingenio está por todas partes, este creador hacía de la realidad un mundo imaginario donde las travesura reinan, como si Aquiles Nazoa jamas hubiera dejado de ser un niño, esto suena a pleonasmo, porque indudablemente, ningún poeta se separa nunca de su doble, me refiero al pequeño o al duende que por obra y gracia de lo divino o lo profano cargamos encima hasta que Dios o la naturaleza nos los quite. El vate dominaba la poesía tradicional como un maestro, así lo vemos en el soneto ELEGÍA SENCILLA:

“ Hermano, hermano, pienso todavía
 en tu sueño de amor: los grandes viajes
¡ Cuántas veces viajó en los equipajes,
que no eran tuyos, tu melancolía ¡
Y has muerto sin viajar; tu fantasía
ya no explora los nórdicos paisajes,
ni escribes el valor de los pasajes
al margen de tu rota geografía

Al camposanto parroquial del puerto
te condujeron, pobre hermano muerto,
en tu caja de pino un turbio día

Y al sur de sus zapatos marineros
quedó la mar feliz de los viajeros
cantando para siempre tu elegía “
   
Es un poeta que jamás separa la niñez de lo adulto, con una magia deslumbrante toma de las manos las edades y hace de ellas un verdadero mundo de prodigios, la sencillez aunada a lo luminoso, carne convertida en huesos y huesos convertidos en sueños. Armoniosamente lo espontáneo vuela y se convierte en luciérnagas de metáforas que navegan tanto el cielo como el mar, todo lo que toca lo convierte en Poesía, sin dejar por fuera el cosmos donde el hombre hace y deshace.
Con respecto a los versos considerados para chiquillo, el poeta Efraín Subero nos dice: “Poesía para niño. De la mejor. De la que no se pierde en abstracciones retóricas que nada dicen al pequeño lector”. He aquí algunos ejemplos:
                                                                                       
“Mientras se oía
desde una rosa
la deliciosa
marcha nupcial
que con sus notas
creaba un ambiente
completamente
matrimonial.

Dos lombricitas
de edad temprana
cierta mañana
del mes de abril
solicitaron
en la pradera,
al grillo, que era
jefe civil

Al punto el grillo
con dos plumazos
ató los lazos
de aquel amor
Las lombricitas
Se apechugaron
y se mudaron
para una flor”

Este fragmento del poema, LAS LOMBRICITAS, escrito por cierto en pentasílabo, demuestra como el poeta con suma delicadeza nos sumerge en los cosmos poéticos y a través de la humanización, la metáfora, la hipérbole y otros recursos literarios, la belleza agarra a los traviesos y los convierte en asiduos oyentes que ya cómplices son magos que también transitan la memoria y la fantasía.
Como maestro del humorismo, para él es fácil darnos textos que las palabras dulcifican y la risa cabalga montada en su barco de papel. Hermann Garmendia,, acota: “ Dentro de la literatura venezolana, Aquiles Nazoa ha reavilitado la trascendencia del género. Sus dardos, bien labrados, también tienen aguzada punta y se quedan vibrando una vez cavados en el blanco elegido.”

    Oigamos: BUENOS DÍAS, TORTUGUITA (fragmento)

Buen día, tortuguita,
Periquito del agua
que al balcón diminuto de tu concha
estás siempre asomada
con la triste expresión de una viejita
que está mascando el agua
y que tomando el sol se queda a medio
dormida en la ventana.

Buen día tortuguita
abuelita del agua
que para ver el día
el pescuecito alargas
mostrando unas arrugas
con que das la impresión de que llevaras
enrollada una toalla en el pezcueso
o una vieja andaluza muy gastada”

 Vemos el diminutivo que aparece para acercarnos al verso con aire de ternura y no de facilismo, cosa que a veces se nota en algunos poemas escritos sin tomar en cuenta la inteligencia y magia de los pequeños. En el libro de Manuel Caballero, EL ORGULLO DE LEER, conseguimos: “Aquiles Nazoa es el primer escritor en Venezuela que concibe el humorismo como un arte autónomo. Se entrega a él con el aporte de su inmensa cultura, su sensibilidad artística, su excelente vena poética (ya estoy otra vez con los lugares comunes, pero ¡qué se hace!). Como en todo artista digno de ese nombre, eso lo hará sufrir intensamente”.
Su facultad para escribir es infinita, prueba de ello es cuando leemos sus fábulas, las cuales pueden ser en coplas, pareados, libres y otras formas rimadas. Vamos a divertirnos con FÁBULA CON ZORRO Y GALLINITA:

“Viendo una gallinita enfermo a un zorro,
acudió conmovida en su socorro.
Y lo trató tan bien
que el zorro se curó de un santiamén.
Y al final fue que el zorro de este cuento
dio una fiesta exquisita
y celebró su restablecimiento
comiendo gallinita”.
Igual que está encontramos muchas fábulas en su haber, allí observamos que la palabra brilla sin necesidad de ponerle pinturas exageradas a rimbombantes, la naturalidad o franqueza es vehículo para pasear, viajar sin trabas por todo el globo terráqueo, es como si poeta tuviera siempre a su disposición, una avioneta, un jet, un bus, un caballo o cualquier ente donde pueda corretear, donde pueda dejar sus flores de humor y sabiduría.
La solidaridad y camaradería eran fuentes que también lo alimentaban, tan así que al opinar o hacer juicios sobre otros colegas por ninguna parte se ve la hipocresía ni la lisonja, la rectitud sobre todas las cosas, veamos cuando opina del escritor Miguel Otero Silva:”. “Desde sus años radiantes en EL MORROCOY AZUL, ha sido la evolución de Miguel Otero Silva, como humorista, una progresiva emigración desde el mundo popular en qué se hizo famoso, al de sus contertulios elegantes, al de la urbanidad gastronómicas, al que práctica como expresión superior el Humorismo las fórmulas inocuas y convivenciales del Buen Humor, y de la fina chistología tematizada en incidencias e salón, en tipología y sucesos de página social”
Comentaré algunos textos donde el maestro Aquiles nos da lecciones escribiendo poemas en octosílabos:

“Levántate, Rosalía,
a ver la luna de plata
que el arroyuelo retrata
y el lago fotografía.

Levántate, vida mía;!
¡anda, pues, no seas ingrata!
Levántate con la bata,
o sin ella Rosalía.

Ay, levántate mi nena:
sé complaciente, se buena
y ¡levántate, por Dios!
Levántate, pues, trigueña,
que esta cama es muy pequeña
y no cabemos los dos”

Observamos que es un sonetillo muy bien realizado cuyas medidas están en su perfecto orden, además el texto lo acompaña la gracia y por si fuera poco la metáfora le da ese calor que nunca debe faltar en la poesía, acompañado está el texto de la humanización (“que el arroyuelo retrata y el lago fotografía”).
Como decimista tiene un gran lugar en poesía venezolana, no sólo por la medida, sino también por el sabor que le pone a los versos, escuchemos:

“Desde Guachara al Cajón,
de Cazorla a Palo Santo,
no hay negra que baile tanto
como mi negra Asunción.

Cuando empieza el galerón
y entra mi negra en pelea,
todo el mundo la rodea.
como hormiguero a huesito.

¡Porque hay que ver lo bonito
que esta negra joropea!”

Esta composición en su totalidad tiene cinco décimas y su nombre es, GALERÓN CON UNA NEGRA; el texto lo escoltan algunos diminutivos que permiten un acercamiento a los versos, la hipérbole busca que el poema agarre más altura y el símil lo arrimen a lo metafórico para que no falte la armonía, es bueno señalar que todos estos recursos hacen posible la musicalización.
No puedo culminar este acercamiento al extraordinario Aquiles Nazoa sin tocar dos puntos, primero su narrativa para niños, que es un decir, puesto que la literatura es para todas las edades, quiero hablar un poco de LA HISTORIA DE UN CABALLO QUE ERA BIEN BONITO, él empieza: “Yo conocí un caballo que se alimentaba de jardines. Todos estábamos muy contentos con esta costumbre del caballo, y el caballo también, porque como se alimentaba de jardines, cuando uno lo miraba los ojos las cosas se veían de todos los colores en los ojos del caballo”. Sin lugar a dudas es cuento maravilloso, desde todo punto de vista, las figuras literarias y la forma de contar la historia permiten una aproximación rápida y familiar, todo el texto da cabida a que los niños vuelvan a cada rato a enfrentarse con la páginas para entablar una complicidad tanto con el caballo como con la naturaleza.
Ahora leamos un trozo de CREDO, poema que nunca debe estar fuera de nuestro ser, de nuestro andar por la tierra, ya que el texto le contiene todo y cuando digo todo, me refiero al hombre que tiene en su corazón y en el pensamiento, la más grande querencia: ser uno y el otro, veamos: “Creo en Pablo Picasso, Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra, creo en Charles Chaplin, hijo de las violetas y de los ratones, que fue crucificado, muerto y sepultado por el tiempo, pero que cada día resucita en el corazón de los hombres, creo en el amor y en el arte como vía hacia el disfrute de la vida perdurable”  
Concluyo con un soneto que una vez le escribí a tan extraordinario venezolano:
 
                                  En Aquiles  la risa no es quimera
                                  es un río más bien siempre crecido,
                                  como la flor que de brisa jardinera
                                  le da calor al pájaro en su nido.      

                                 La palabra cabalga tan segura
                                 que pegaso se queda conmovido,
                                 así la mariposa con dulzura
                                 es el amor en verso convertido.

                                En Aquiles vivir es corazón,
                                es darnos la mañana su canción
                                en el sonoro mar de la verdad

                               Luminosos los panes en el trigo,
                               como los pensamientos del amigo
                               donde jamás está la mezquindad.

                                                   

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